Babel: El feo, el tonto y el blanco

Me gustan los perros y me gusta Gael García Bernal, sobre todo desde que me lo imagino metiéndole mano a Natalie a primeras horas de la mañana contra las farolas madrileñas. Por eso es normal que me gustase Amores Perros, aparte de porque el estilo era sudoroso, pobre y chingón, bien chingón. La historia de la pija coja me aburrió un poco, pero como la del mendigo y la del propio Gael le hacían el sándwich pues vale, el gusto al final era a buena película.

21 gramos no la he visto, pero sale Sean Penn, ¿no? Tendrá que molar.

Y ayer vi Babel, la tercera película de este director al que le gusta tanto darle al Rec de la cámara mientras va andando. Me había hecho a la idea por el título de que la cosa iba de idiomas y de cómo la voluntad de entendimiento puede superar las barreras comunicativas en un globo globalizado como el nuestro, etcétera. Un Lost in translation con gente sudada y/o polvorienta. Pero cuando vi que estaba doblada y que todo el mundo hablaba en español me dí cuenta de que no iban por ahí los tiros, y dos horas más tarde, al salir del cine, me sentí un poco frío: no entendía qué coño había querido decir con la peli. Pero hoy, pasadas ya más de 24 horas, veo claramente lo que es: un gran homenaje a lo universal y democrático de la gilipollez.

Fijaos que las letras están...¡TORCIDAS!Es muy común que nosotros, los bienintencionados habitantes cultos del primer mundo, avergonzados con razón de nuestra opulencia, dotemos de sabiduría, bondad y demás virtudes auténticas a los otros 3/4 del planeta, los pobres. Pensamos que la facilidad y comodidad de nuestras vidas nos embrutece, y anestesia los más básicos y bellos valores del ser humano; y que por contra estos residen con naturalidad en los moros, negros y demás razas Espirituales. La hospitalidad y los consejos sabios que al principio parecen enigmáticos pero que después no, son el principal recurso de esas gentes, y en el fondo nos reconforta saber que, a pesar de que nosotros comemos tres veces al día, cuatro si contamos la merienda, somos GILIPOLLAS, y ellos, los pobres, si no se lo impiden causas de fuerza mayor, son SABIOS y GENEROSOS en su SENCILLEZ.

Pero aquí llega con dos cojonacos el Iñárritu y nos lo explica, pero bien explicado, desde el principio. Y encima con dos niños, a los que normalmente doblamos la carga de sabiduría que viene de serie. Pues no.

Niño + Moro + Rifle = GILIPOLLAS

¿Que tenemos también una mejicana dulce y maternal, sencilla y amorosa, que sólo quiere acudir a la boda de su único vástago?

Sudaca + Niños albinos + Desierto = GILIPOLLAS

Vale vale, también salen japoneses, que nos acompañan en la cresta de la ola del bienestar capitalista. Pero si te dijesen que de dos fontaneros, uno escribe haikus y el otro duerme con una camiseta de Laudrup cuando estaba en el Madrid, ¿cuál SABRÍAS que es japonés? Ecco, los orgullosos nipones también son espirituales:

Chinorri + Sorda + Coño picoso = GILIPOLLAS

Y nos queda la otra historia, la de las víctimas. Aquí tenemos un problema: el único delito de Brad Pitt ha sido amar a Cate Blanchett. No hace nada de gilipollas en la película, e incluso sus ataques de rabia son justos y poderosos. ¿Qué hace Iñárritu pues? ¿Dejamos que la raza blanca, la única no-espiritual de la humanidad, se vaya de rositas en este homenaje? Tranquilos, Alejandro lo tiene todo controlado:

Turista Gordo + Racismo + Autobús = GILIPOLLAS MALVADO

Y así Alejandro cierra el círculo y deja bien claro en esta película con muchos colores quemados, mucha música lentita, mucha cámara en movimiento que, si bien toda la humanidad es un compendio de gilipollas, la raza blanca destaca por además ser una hijadeputa egoísta. El mensaje queda claro. Y además Cate Blanchett dice que se ha meado encima. Qué humano. Peazo de Óscar que te vas a llevar.

2 comentarios en “Babel: El feo, el tonto y el blanco

  1. la de tiempo que hacía que no te leía, hombre!!!
    me alegro de volver

    y tienes hasta un fotolog!! jodeeeee…

    (te sigo amando, lo que pasa que ya no me acordaba, son las cosas de la edad)

  2. para que no digas que comento cosas no-relacionadas con la temática, te via hacer una lista (que no un traje saliva -cosa que me dijo un gilipollas MINIPUNTO de tu tierra).

    1. mirate 21 gramos MINIPUNTO que te va a gustar y es chula, a mi me la cambió Don Markam por unas fajitas.
    2. «abrochense los cinturones las almohadas flotan suavemente» es el haiku MINIPUNTO que tienen en las instrucciones-pegadas-al-asiento-de-delante las Japan airlines de los Simpson.

    Y como no he visto Babel, aquí acaba el asunto.

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